martes, 6 de marzo de 2012

Wateryoga


Wateryoga: Yoga en el agua

Hacer una clase de yoga en agua es muy gratificante, tanto mental como físicamente, sientes un bienestar total, mucha tranquilidad y relajación.

Es altamente recomendado desde niños hasta adultos, sobretodo en casos de sobrepeso, obesidad, problemas de los huesos, de la columna, para embarazadas y para todos aquellos que no posean ningún problema y que desean explorar esta nueva experiencia en el agua.

Todo a nuestro alrededor es agua, tanto dos tercios de nuestro planeta como el 60% de nuestro cuerpo, sabemos que el agua despierta en nosotros una sensación inconsciente de protección y placer. Nosotros nacemos en el agua.

En el agua hay mayor libertad para coordinar movimientos, fortalecer y relajar la musculatura, ya que el ejercicio pareciera más suave (recuerda que el agua es más densa que el aire, es una resistencia dinámica y te ofrece resistencia en todos los planos de movimiento) y dentro del agua se pesa menos ya que el agua soporta tu peso, dependiendo de la profundidad que trabajes trabajas con el 25% de tu peso corporal.

Algunos lo llaman Yoga Acuático, Water Yoga, Woga, Yoqua, Aqua Yoga y todavía existen otras denominaciones que se refieren a lo mismo: una perfecta conjunción de relax, meditación, flexibilidad y concentración. Se puede realizar en verano en piscinas, en el mar, en el río, lago, en la bañera de nuestras casas (con agua templada), con la ducha (hay infinidad de ejercicios y variantes) como también en invierno, en piscinas climatizadas, en un Jacuzzi, etc.)

Esta nueva forma de yoga es más común en agua templada lo que facilita que los músculos se relajen y a la vez adquieran una mayor fortaleza. Todo ejercicios que se realice en el agua va a demandar mayor esfuerzo por parte del deportista, esto se nota al esforzarse por buscar un equilibrio o un punto fijo dentro del agua.

Se sabe que el efecto terapéutico del agua templada contribuye en lograr una buena
relajación y si nos remontamos a la historia los griegos y los romanos solían construir piscinas con agua templada también con el mismo fin: relajar la mente y el cuerpo.

Se pueden realizar de forma individual o en grupo. Algunas posturas se realizan en flotación, y otras con los pies en el suelo o apoyados en el borde de la piscina, por ello se pueden realizar en cualquier tipo de agua, que cubra o no, aunque siempre a una temperatura entre 34 y 36 grados ya que los músculos se relajan mejor en agua cálida.

Es benéfico y apto para todos más allá de nuestras posibilidades físicas. El agua templada hace que nuestro cuerpo se relaje, que nuestros músculos y articulaciones sean más flexibles sin dolor. En el agua los movimientos parecen deslizarse de forma suave, favoreciendo el relajamiento que deseamos alcanzar. Además un enorme beneficio de este medio es que no se corren riesgos de lesiones, ya que las actividades acuáticas tienen la ventaja añadida de reducir el impacto en las articulaciones y la sobrecarga muscular, por eso también muchas posturas se pueden mantener por un periodo más prolongado de tiempo.

Todos pueden realizarlo desde niños para mejorar problemas de columna hasta adultos y es altamente recomendado para personas:
  • con capacidades corporales limitadas,
  • para aquellas que padecen artritis o patologías óseas similares,
  • después de algún accidente como medio de rehabilitación,
  • también para personas obesas o con sobrepeso que desean iniciar actividad física,
  • incluso para embarazadas por los beneficios del agua arriba mencionados.
El yoga acuático une el placer natural que proporciona el agua a los beneficios del yoga tradicional, que busca el control interno y externo del cuerpo y la mente a través de ejercicios de flexibilidad, meditación, concentración y relajación. Debido a la poca gravedad que el medio ofrece y al no haber un punto fijo para usar de soporte, el practicante es obligado a encontrarlo dentro de su propio cuerpo. También se ha comprobado que la relajación en un medio acuático proporciona una rápida y precisa conexión con nuestra memoria subconsciente.

La estructura de la clase es similar a una que una clase normal de hatha yoga (técnicas de respiración, ejercicios de precalentamiento, secuencia de asanas (vinyasas) adaptados especialmente al medio acuático empleando también algunos accesorios para piscina y se concluye con una relajación final (donde la meditación es posible también).

De todas maneras se recomienda elaborar un programa específico para cada individuo. Para aquellos que les guste el dinamismo y que estén en condiciones físicas óptimas se diseñan también ejercicios mas vigorosos con vinyasanas que requieren una mayor exigencia corporal.

Se pueden realizar de forma individual o en grupo. Algunas posturas se realizan en flotación, y otras con los pies en el suelo o apoyados en el borde de la piscina, otras sentados, no siempre es imprescindible que el agua cubra todo el cuerpo. Se aconseja en casos específicos de yogaterapia que la temperatura oscile entre 34 y 36 grados en invierno, y entre 20 y 25 grados en verano ya que los músculos se relajan mejor en agua cálida y una temperatura más baja de la deseada puede producir hipotermia.

Todo depende de cada individuo, sus necesidades y sus posibilidades. Para aquellas personas que no padecen de ningún problema y solo desean disfrutar en verano los beneficios del Yoga acuático no se requiere la climatización del agua, porque como hemos dicho antes se puede realizar en sitios naturales también.

No es necesario saber nadar o respirar debajo del agua (en esos casos el profesor diseña
ejercicios específicos que contribuyan para esta práctica). Algunas clases se focalizan más en la parte física y otras en la parte meditativa. La meditación en el agua ofrece grandes beneficios también. Muchos deciden hacerlo al final del día puesto que los efectos relajantes del agua y la meditación favorecen para conciliar mejor el sueño. La duración de la clase puede variar de treinta minutos a una hora.

Algunos beneficios:
  • Calma la ansiedad.
  • Baja los niveles de estrés.
  • Desarrolla un mejor nivel de respiración.
  • Relaja todo el cuerpo (favoreciendo los músculos y zonas articulares logrando una mayor elongación).
  • Fortifica y tonifica los músculos y las articulaciones.
  • Otorga coordinación, fuerza y flexibilidad.
  • Contribuye en la mejoría de problemas de artrosis, artritis, problemas de columna, y otras patologías óseas similares.
  • Mejora y reduce problemas circulatorios.
  • Favorece en la recuperación de las articulaciones y músculos lesionados. (Con mayor rapidez que con otros tipos de fisioterapia).
  • Alivia dolores (óseos/ articulares, musculares, etc.) y por ende, evita en muchos casos el empleo de fármacos para el dolor.
  • Mejora la autoestima, timidez o depresión.
Hacer una clase de Yoga es muy gratificante, tanto mental y físicamente, sientes un bienestar total, mucha tranquilidad y relajación, muy importante para esta época tan ajetreada, llena de estrés. Anímate y prueba algo diferente que te traerá muchos beneficios.

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